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DIMAR Y LAS LEYES QUE LA REGULAN

               Y es que la bahía de Cartagena ha venido sufriendo durante años altos niveles de
               contaminación. El Instituto de Investigaciones Marítimas (Invemar), sostiene que
               más del 90% de este cuerpo de agua está en críticas condiciones.







                                                                         foto:

                                                                         Alcaldía de Cartagena





               De hecho, un fallo del Consejo de Estado ordenó la acción de las autoridades para su
               recuperación. "La bahía está en  rojo, está muerta por todo lo mal que la hemos
               tratado. Por toda la irreflexión, la irresponsabilidad, el ventajismo, porque de
               una u otra manera hay de todo eso en la devastación del recurso natural",
               sostiene Rafael Vergara, ambientalista de la región.

               Investigan partículas que recogen mercurio
               La  preocupación  por  lo  que  puedan  generar  estas  embarcaciones  y  la  propia
               contaminación por metales pesados que ya presenta la bahía de Cartagena ha llegado
               hasta  la  academia. Un  grupo  de  científicos  de  la  Universidad  del  Norte  de
               Barranquilla, está  trabajando  en  el  diseño  de  unas  nano  partículas  capaces  de
               recoger  mercurio.  La  idea  es  producir  la  mayor  cantidad  de  estas  partículas  y
               liberarlas en la bahía para tratar de recomponer un poco todo el daño ambiental. El
               proyecto está en fase de experimentación, pero es una muestra de esfuerzos
               que se pueden hacer para salvar este cuerpo de agua.

               Por ahora, se espera que el polvorín levantando por la oficina de riesgo de Cartagena
               repercuta  en acciones prontas para evitar  que más contaminantes lleguen  a  la
               bahía. Mientras la acción de las autoridades llega, la bahía sigue recibiendo
               sin piedad las toneladas de sedimentos del canal del Dique y siendo devorada
               lentamente por el comercio por el amplísimo tráfico marítimo producto del turismo,
               el comercio, y la industria petroquímica.



















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