Page 28 - 2a Edicion
P. 28

PUERTO DE BARRANQUILLA

                  Desde hace años, los contratos de dragado del río entre
                  Barrancabermeja y Calamar, se ejecutan con dragas de corte y succión
                  con descargas relativamente pequeñas (menores de 14” de diámetro) y
                  se autoriza retirar los sedimentos del canal navegable, y en la mayoría
                  de los casos disponerlos dentro del cauce, a  solo 200 metros de
                  distancia pero con  algunas excepciones  para  disponerlos  cerca de las
                  orillas. Cuando el  río  sube o cambia de vaguada, esos sedimentos
                  vuelven a formar parte de la carga sedimentaria total; es una especie de
                  dragado por remoción de menor  densidad. Sin embargo, cuando cada
                  dos o tres años se decide limpiar la trampa de sedimentos de Calamar
                  diseñada para disminuir el ingreso de las arenas en el Canal del Dique,
                  esto se hace  dragando y depositando  el material unos 400 metros río
                  abajo para que sea arrastrado por el caudal en dirección  a la
                  desembocadura en Bocas de Ceniza, siendo un dragado de remoción de
                  alta densidad que afecta la fauna y al régimen sedimentario en el Puerto
                  Marítimo de Barranquilla.

                  Mover tamaña cantidad de material  sedimentario  por métodos de
                  dragado clásicos y esperando un buen transporte sedimentario de fondo
                  por causas naturales, obliga a pensar en presupuestos superiores a los
                  usd 30 millones  anuales, cifras completamente por  fuera de las
                  posibilidades  de la Nación, pero no  imposibles de  manejar para una
                  empresa industrial y comercial del Estado  como CORMAGDALENA.
                  Simplemente  obliga a  pensar  y planificar  una gran variedad de
                  soluciones, que ayuden a minimizar las afectaciones.  A nivel ejemplo, y
                  sin limitarnos  a esta única  solución,  pensemos en  la opción de
                  aprovechar esas arenas en la industria de la construcción donde
                  Colombia consume alrededor de 1 millón de toneladas de cemento gris
                  al mes y  la cuenca del Magdalena cobija el 78% de  la población,
                  conservadoramente calculamos que unas 250.000 toneladas de cemento
                  se consumen a distancias económicamente atractivas,  y que  esa zona
                  de influencia va a requerir entre 700 y 900.000 tm mensuales de arenas
                  para las construcciones (o sea, que anualmente serían entre  8,5 y 11
                  millones de toneladas) y allí hay una solución pero también, un negocio
                  a explorar  que ayuda a aliviar  la  tercera parte de la problemática.
                  Adicionalmente el  Puerto de Barranquilla podría pensar en exportar
                  entre 2,5 y 4 millones de toneladas anuales para las islas del Caribe y
                  Panamá, con lo que se completaría la mitad de las arenas sedimentarias
                  y las  posibilidades de unos  ingresos que ni la Junta  Directiva  ni  los
                  Directores de CORMAGDALENA han soñado, por no entender que deben
                  producir sus recursos y apartarse del Erario y las regalías.





                                                             [2]
   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33