Page 59 - 2a Edicion
P. 59

SOCIALES

               EL VERDADERO LLANO.
               Pedro Elías Páez Cuervo / El Tigre - Casanare, 10 de enero de 1947





                               Trabajos en El Tigre y Platanales:
                         toros salvajes que huyen, tan violentos,
                            que con la rapidez silban los vientos
                               en sus astas agudas cual puñales.













                                                               En su persecución, cual vendavales,
                                                               arrancan los llaneros y, contentos,
                                                               baten las sogas: de emoción, momentos,
                                                               son aquellos segundos sin iguales.
                                                               Con admirable precisión que asombra,
                                                               las testuces coronan con los rejos:
                                                               !cada fiera le embiste hasta a su sombra!
                                                               Y trazando centellas con los cuernos, braman
                                                               y se enarbolan a lo lejos
                                                               cual dantesca visión de los infiernos...


                 Vibran las soVibran las sogas, potros, afianzados,
                                 sostienen la torada enfurecida,
                                 y en titánica lucha establecida
                         se imponen los centauros, encorvados.
                              Van cayendo los toros dominados
                          por los diestros llaneros; y, en seguida,
                         hacia el rodeo, -aumentando la partida-
                            los conducen vencidos, narigueados.

                                                              Cuando al corral los toros van llevando
                                                              -por calmar el furor en sus estampas-
                                                              sus tonadas de amor  ��� les van cantando.
                                                              Dominan a las fieras -lo repito-
                                                              sin más espectadores que las pampas
                                                               y ese cóncavo azul del infinito.





                                                             [1]
   54   55   56   57   58   59   60   61   62